Foto: Cuartoscuro
México ha enfrentado por décadas el desafío de combatir la corrupción, un problema que ha permeado en diversas esferas de la vida pública y privada.
Los gobiernos recientes, encabezados por Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum, han proclamado el fin de la corrupción en el país, asegurando que la llamada Cuarta Transformación ha puesto un alto a estas prácticas.
Sin embargo, los datos y los escándalos no respaldan del todo estas afirmaciones.
Durante el gobierno de López Obrador, el caso Segalmex se convirtió en uno de los escándalos de corrupción más emblemáticos, destacando la persistencia de irregularidades en la administración pública.
Este contraste entre el discurso oficial y la realidad genera controversia, especialmente porque México sigue rezagado en índices internacionales que miden la percepción de corrupción.
Día Internacional contra la Corrupción: Una lucha global que involucra a la juventud
El 9 de diciembre se conmemora el Día Internacional contra la Corrupción, instaurado por las Naciones Unidas para promover la integridad y visibilizar los daños que la corrupción genera a nivel social, político y económico.
Este año, la campaña global se enfoca en la juventud como un motor clave para construir un futuro más transparente.
Con el lema “Unidos con los jóvenes contra la corrupción: Formar la integridad del mañana”, la ONU resalta el papel de las nuevas generaciones en la creación de soluciones innovadoras y en la sensibilización sobre los efectos nocivos de la corrupción en sus comunidades.
La juventud, que representa una cuarta parte de la población mundial, es vista como un agente de cambio esencial para combatir este fenómeno.
La Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, que cumple 20 años, sigue siendo un instrumento clave en esta lucha, buscando fortalecer instituciones, fomentar la transparencia y unir esfuerzos globales para erradicar la corrupción.
México en el Índice de Percepción de Corrupción: Una realidad preocupante
El Índice de Percepción de Corrupción (IPC), elaborado por Transparencia Internacional, posiciona a México en el lugar 126 de 180 países, con una puntuación de 31 sobre 100 en 2023.
En esta escala, 0 significa “muy corrupto” y 100 “muy transparente”.
Este resultado coloca a México en una posición desfavorable a nivel global, destacando la persistencia de este problema.
En comparación, Dinamarca es el país mejor evaluado, con 90 puntos, mientras que Somalia ocupa el último lugar con solo 11 puntos.
Estos datos reflejan la brecha entre México y las naciones más avanzadas en términos de transparencia y combate a la corrupción.
Una década de retrocesos y estancamientos
El IPC también permite observar cómo ha evolucionado la percepción de corrupción en México durante la última década. A continuación, un resumen de las puntuaciones obtenidas entre 2012 y 2023:
- 2012-2014: México inició con puntuaciones de 34 y 35, lo que indicaba una percepción alta de corrupción, pero con ligeros avances en transparencia.
- 2015-2018: Este periodo marcó una caída sostenida, alcanzando su punto más bajo en 2018, con solo 28 puntos.
- 2019-2023: Aunque hubo una recuperación inicial a 31 puntos, desde 2020 el país se ha mantenido estancado en esta cifra.
Este estancamiento evidencia que, a pesar de los discursos y las políticas anunciadas, los avances reales han sido limitados.
La corrupción como un obstáculo para el desarrollo
La corrupción no solo afecta a la confianza ciudadana en las instituciones, sino que también socava los procesos democráticos, desalienta la inversión y limita el crecimiento económico.
Para México, avanzar en este rubro no solo implica mejorar su posición en índices internacionales, sino también garantizar un entorno más justo y equitativo para sus ciudadanos.
En este Día Internacional contra la Corrupción, la reflexión debe centrarse en cómo gobiernos, ciudadanos y organizaciones pueden unir esfuerzos para desterrar este flagelo y construir un México más transparente y próspero.