
Foto: CUARTOSCURO
Sólo 50% de los 14 países permite tanto la eutanasia como la muerte autoasistida.
La muerte aislada es una práctica que existe en todo el mundo, aunque la mayoría de veces se realiza de manera clandestina. Es uno de los debates más viejos sobre la ética médica y mientras algunos países continúan con el debate sobre si debería ser o no un derecho constitucional, otros ya la han legalizado.
En noviembre de este año, el Reino Unido se convirtió en el 14º país en legalizar esta práctica.
El término de “muerte asistida” es usado por el Consejo Nacional Sueco para determinar “la intervención que es provista por el personal médico siguiendo la solicitud del paciente, cuya intención es la muerte”.
Existen dos tipos de métodos para realizar una muerte asistida: aquella donde un médico o personal médico, en algunos países esto también es conocido como eutanasia; o bien el autoasistido (suicidio asistido), donde bajo una receta, el paciente mismo realiza el procedimiento.
Países Bajos fue el primer país en permitir que ambas prácticas, tanto la eutanasia como la autoasistida fueran un derecho.
En el mismo año (2002), Bélgica también legalizó ambos métodos y hoy en día, son siete países que lo permiten:
Por otro lado, en Australia y Portugal sólo es legal la muerte asistida por un médico, es decir la eutanasia.
Mientras que, Austria, Italia, Suiza, Estados Unidos y Reino Unido han legalizado la muerte asistida pero solo bajo la autoasistencia.
En México ni la eutanasia ni la muerte autoasistida son legales; sin embargo, en algunas entidades del país fue aprobada la Ley de Voluntad Anticipada.
Esta permite que el paciente en estado terminal pueda decidir si continuar con el tratamiento o no.
Sin embargo, una encuesta de Nelson & Acosta en 2023, reveló que poco más del 70% de la población mexicana aprueban que se legalice la muerte asistida.