Foto: CUARTOSCURO
El municipio de Veracruz vivió décadas de hegemonía del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó ininterrumpidamente desde 1955 hasta 1995. Durante este periodo, 13 presidentes municipales priistas encabezaron la administración local, reflejando el dominio político del partido a nivel estatal y nacional.
Entre ellos destaca Roberto Ávila, el célebre beisbolista mexicano que, tras retirarse de los diamantes, asumió el cargo de presidente municipal en 1976, convirtiéndose en una figura emblemática de su tiempo.
La primera alternancia política llegó en 1995, cuando los ciudadanos eligieron a Roberto Bueno Campos, quien marcó un hito como el primer alcalde del Partido Acción Nacional (PAN) en Veracruz. Este cambio inició un periodo de dominio panista que se prolongó por cuatro elecciones consecutivas, finalizando en 2007 con Julen Rementería en el poder.
Posteriormente, el PRI regresó a la dominar la fuerza política municipal, aunque lo hizo en coalición con otras fuerzas políticas. A través de alianzas con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y, en ocasiones, con el Partido Nueva Alianza (PANAL) y el Partido Revolucionario Veracruzano (PRV), el tricolor gobernó de 2008 a 2014.
Sin embargo, los escándalos de corrupción que sacudieron al PRI durante la gubernatura de Javier Duarte, tales como acusaciones de desvío de recursos, lavado de dinero y vínculos con el crimen organizado, deterioraron su imagen. Esto se reflejó en las urnas: en 2018, el municipio de Veracruz volvió a manos del PAN.
Actualmente, el PAN lidera la administración municipal, pero en un contexto de nuevas alianzas. La coalición con el PRI y el PRD permitió al partido blanquiazul mantener el control en un escenario político cada vez más competitivo; mientras que para el PRI fue una manera de mantenerse vigente en el municipio (aunque solo sea de manera significativa).
En 2025, el municipio nuevamente elegirá presidente, y la expectativa sobre qué partido dominará en las urnas cobra peso. Especialmente, ya que es una de las localidades donde Morena no ha gobernado nunca; sin embargo, eso podría cambiar ya que este año el partido guinda ha tomado fuerza en el estado, tras ganar la gubernatura.