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Analizamos las costumbres de las personas que trabajan en una oficina por lo menos cinco días a la semana.
Recientemente se presentaron los datos de empleo en México de enero a marzo de 2025.
Además, análisis sugieren que la pobreza laboral en el país se encuentra en niveles históricamente bajos. Sin embargo, más allá de las cifras, creemos que la experiencia de las personas en el mercado laboral es algo que vale la pena explorar.
En esta ocasión, hacemos una revisión de los datos de empleo en México y le preguntamos a las personas sobre su percepción de la vida en el “godinato”.
En el primer trimestre de 2025, el panorama laboral en México presenta datos alentadores: la población ocupada es de 59 millones de personas dentro de una población económicamente activa de 60.4 millones, con un salario promedio de cotización al IMSS que alcanza los 618 pesos diarios, un ingreso promedio de 18 mil 540 pesos mensuales.
En una encuesta en la que participaron más de dos mil 400 personas, les pedimos que nos dijeran si se consideran “godínez”, ese término que usamos para referirnos a quienes trabajan en una oficina con un horario fijo.
Sorprendentemente, cuatro de cada 10 personas se identificaron como orgullosamente godínez.
Entre los rituales godínez, llevar comida en tupper sigue siendo una práctica extendida por múltiples razones: para más de la mitad representa una forma de ahorrar; la cuarta parte de los encuestados lo hace por salud; 11% lo vincula con su rutina organizada.
Llama la atención que sólo 9% prefiere comprar comida y 5% asocia este hábito con una dimensión cultural más que funcional.
Los pequeños rituales laborales, como el “viernes casual” y la hora del café, siguen siendo espacios clave para moldear el ambiente de trabajo.
46% considera que el viernes relajado sí mejora el ambiente, aunque 13% dice no tener ese hábito y 9% opina que ya está pasado de moda; 24% respondieron que este habito no aplica en su entorno laboral remoto o flexible.
En cuanto a la pausa del café, 46% la valora como algo necesario, mientras que 20% la considera un momento de conexión; 18% aseguró no tener ese tipo de hábito.
Aquí podemos observar que rituales antes extendidos son menos comunes entre las generaciones más jóvenes, especialmente entre las mujeres.
Otro tema de discusión constante es el uso del chat del trabajo.
Más de 40% prefiere que sea estrictamente laboral, mientras que un 19% apuesta por un ambiente relajado pero funcional, y un 11% acepta los memes siempre que haya respeto.
Esta diversidad de posturas varía según región y edad, destacando cómo las generaciones más jóvenes y los trabajadores del sureste se inclinan por una comunicación más flexible.
Finalmente, las dinámicas del entorno laboral, como cumpleaños y convivios, siguen siendo parte del tejido social godín.
Un abrumador 62% considera que son parte del compañerismo, aunque 13% sólo participa si tiene ánimo y 12% señala que no tiene este tipo de dinámicas en su entorno.
Aquí también se reflejan diferencias generacionales y regionales, donde los mayores de 55 años y los trabajadores del sureste parecen ser los más involucrados en mantener vivas estas costumbres.
Aunque los datos de empleo y las condiciones laborales varían de un país a otro, hay algo que parece universal: las dinámicas godínez trascienden fronteras.
Desde el café de media mañana hasta el eterno dilema del chat de trabajo y los tuppers en el refrigerador, estos rituales construyen un lenguaje común entre oficinistas del mundo entero.
El espíritu godín, basado en rutinas, compañerismo y pequeños placeres laborales, se mantiene vigente y reconocible, confirmando que, más allá de las cifras, todos compartimos la necesidad de encontrar comunidad en nuestras horas de oficina.