
Foto: Cuartoscuro
Hidalgo, Jalisco y Guanajuato encabezan la lista de entidades con más tomas clandestinas en ductos de Pemex.
El robo de combustible sigue siendo una de las principales problemáticas de seguridad y pérdidas económicas para el país.
Datos revelados por Pemex, a través de una solicitud de transparencia realizada por Reporte Indigo, muestran que entre enero de 2024 y abril de 2025 se detectaron más de 15 mil tomas clandestinas a nivel nacional.
De acuerdo con la información desglosada por entidad, los seis estados con más tomas clandestinas registradas son:
Estos estados forman parte del corredor industrial y energético del país, lo que los convierte en puntos estratégicos para el trasiego ilegal de hidrocarburos.
La mayoría de las tomas se encuentran en zonas con acceso a los principales ductos de Pemex.
Según el reportaje publicado por Reporte Indigo, el huachicoleo ha dejado de ser una actividad improvisada para convertirse en una ordeña estructurada y sistemática, operada por redes criminales con vínculos incluso con gasolineras y autoridades locales.
Pemex reconoció que esta actividad ilícita ha generado pérdidas superiores a los 946 millones de pesos solo por el robo de combustible, sin contar los costos asociados a la reparación de ductos y rehabilitación de infraestructura.
Además, la paraestatal reservó por cinco años la información sobre el personal asignado a la vigilancia de los ductos, argumentando razones de seguridad nacional.
El huachicol no solo implica pérdidas económicas. También ha cobrado vidas humanas. La tragedia más recordada ocurrió en Tlahuelilpan, Hidalgo, en enero de 2019, cuando una explosión en una toma clandestina causó la muerte de 137 personas.
Más recientemente, en junio de 2025, otra explosión se registró en la comunidad de Ulapa, en el municipio de Tetepango, también en Hidalgo. En este hecho murieron dos personas y otras diez resultaron heridas mientras manipulaban combustible de forma ilegal.
A esto se suma el huachicol fiscal, un esquema en el que a través de facturas falsas, el combustible robado cruza la frontera haciéndose pasar por otro tipo de lubricante.