
Foto: Cuartoscuro
El horario en que las mujeres están más propensas a sufrir algún tipo de violencia no es la noche como se solía pensar.

Un análisis reciente de datos oficiales y de seguridad urbana en la Ciudad de México revela que las mujeres enfrentan los mayores riesgos de sufrir violencia, como acoso, abuso o incluso feminicidio, durante ciertas horas del día, especialmente entre la primer hora tras el mediodía.
Contrario a la percepción común de que la noche es cuando más peligros acechan, las cifras muestran que la primera hora después de las 12:00 horas (entre las 12:00 y las 13:00 horas) concentra la mayor parte de incidentes violentos contra mujeres en la capital, incluyendo agresiones de tipo sexual, acoso en espacios públicos y violencia familiar cuando las víctimas salen o regresan a sus casas, de acuerdo con La Razón de México.
“Las violencias sexuales contra las mujeres están tan normalizadas que un agresor es capaz de cometerlas a plena luz del día con todo el cinismo… porque sabe que lo más probable es que no le pase nada”, afirmó una testigo capitalina que ha vivido acoso al transitar por la ciudad.
El reporte destaca que entre las 09:00 y las 13:00 horas los riesgos son particularmente altos, pese a que estas horas son consideradas de alta iluminación natural y actividad urbana intensa.
Además del mediodía, el análisis identifica otros momentos con índices elevados de delitos contra mujeres:
Estas franjas contrastan con los patrones de violencia contra hombres, quienes presentan mayor incidencia de homicidios o lesiones con arma de fuego entre las 20:00 y las 24:00 horas, según los mismos registros oficiales.

Expertos en movilidad y seguridad urbana han señalado que las mujeres realizan más desplazamientos diarios que los hombres y en más horarios, lo que aumenta su exposición a situaciones de riesgo, tanto en transporte público como a pie en las calles de la ciudad.
Este patrón está relacionado con roles sociales y responsabilidades diarias, como el cuidado de familiares, compras o acompañamiento de personas a citas o actividades, lo que obliga a muchas mujeres a circular en horas consideradas de mayor peligro sin alternativas seguras de transporte.
La identificación de horarios y franjas de mayor riesgo es clave para diseñar estrategias de prevención más efectivas, incluyendo la presencia policial focalizada, mejor iluminación en zonas vulnerables y campañas de concientización sobre violencia de género en espacios públicos, señalan analistas de seguridad.
Además, iniciativas de movilidad seguras para mujeres, como mejoras en transporte público, rutas seguras y dispositivos de alerta ciudadana, podrían ayudar a reducir la incidencia de agresiones en estos horarios críticos.