Año Nuevo, la fecha con más agresiones sexuales contra menores en la CDMX

Mientras la Ciudad de México festeja la celebración de Año Nuevo, bajo las luces festivas se esconde una verdad oscura y sistemática: el 1 de enero se ha consolidado como el día de mayor riesgo de agresión sexual contra niñas y adolescentes.

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Un reportaje del diario La Razón indicó que los festejos de la medianoche no solo marcan el inicio de un nuevo calendario, sino también el pico de una ola de violencia sexual dentro de la capital.

De 2017 a 2024, la estadística indica que tres de cada cuatro víctimas de abuso o violación ese día son menores de 18 años, elevando el porcentaje habitual del 50% al 75%.

El perfil de las víctimas se concentra en niñas de 11 años y adolescentes de 13 a 16. De acuerdo con el reportaje, una agresión sexual hacía una mujer menor de edad en las vísperas de la celebración se comete predominantemente entre la medianoche y la primer hora del año, justo en la celebración familiar o social.

El peligro se esconde a plena vista

Según datos de las autoridades capitalinas, el incremento de la violencia se da principalmente en privado. Además, el reporte dice que los agresores son personas cercanas a las víctimas, como hijas, sobrinas, nietas y/o hermanas, y que los incidentes se intensifican durante las festividades.

Esto transforma el hogar, supuesto refugio, en la escena del crimen. Una mujer es víctima de estos delitos cada dos horas en el resto del año; sin embargo, en Año Nuevo se duplica la frecuencia a un mínimo de dos víctimas por hora.

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De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública del Inegi, publicada en 2025, el 95% de los delitos sexuales en México no se denuncian. Esta cifra se traduce en una estimación de hasta mil 440 posibles víctimas de abuso sexual cada 1 de enero.

Asimismo, la estadística de Inegi señala que las víctimas se mantienen en silencio, mientras que otras víctimas suelen denunciar a los tres meses, las agredidas en Año Nuevo tardan en promedio dos años y dos meses en romper el silencio y buscar justicia.