Foto: Cuartoscuro
La seguridad pública en México sigue siendo uno de los temas más críticos para el Gobierno Federal.
En un contexto donde la violencia y el crimen organizado representan desafíos constantes, Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPC), se enfrenta al reto de implementar estrategias efectivas para reducir la criminalidad y garantizar la tranquilidad de los ciudadanos.
Su nombramiento generó altas expectativas debido a su experiencia en el combate a la delincuencia, y su desempeño ya está siendo evaluado por la ciudadanía.
La presión no solo proviene del ámbito nacional. Donald Trump, quien regresará a la Casa Blanca el próximo 20 de enero de 2025, ha endurecido su discurso hacia México, exigiendo soluciones contundentes al narcotráfico, especialmente en lo relacionado con el tráfico de fentanilo.
Este escenario internacional añade un componente de complejidad a la tarea de Harfuch, quien debe balancear las demandas externas con las necesidades internas de seguridad.
Aprobación de Harfuch
A pesar de los desafíos, una reciente encuesta realizada por la empresa Territorial destaca que Omar García Harfuch cuenta con el respaldo del 78.3% de los mexicanos. La pregunta planteada a los encuestados fue:
“Después de más de dos meses al frente de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana. ¿Aprueba usted el desempeño de Omar García Harfuch?”
De los participantes, el 78.3% respondió afirmativamente, mientras que el 21.7% expresó su desaprobación.
Metodología de la encuesta
La encuesta fue realizada entre el 1 y el 7 de diciembre de 2024 mediante 2,000 levantamientos telefónicos en todo el territorio mexicano.
Según Territorial, el estudio cuenta con un nivel de certeza del 95% y un margen de error estadístico de ±3%.
No obstante, se reportó una tasa de rechazo del 35%, lo que significa que poco más de un tercio de los contactos rechazaron participar en el sondeo.
Un respaldo significativo en un contexto complejo
El apoyo ciudadano hacia Harfuch refleja una percepción positiva de su liderazgo, a pesar de los retos significativos que enfrenta el país en términos de seguridad.
Esta aprobación puede interpretarse como un voto de confianza en su capacidad para implementar soluciones efectivas frente a problemas complejos como el narcotráfico y la violencia.