
Foto: Damián Sánchez Jesús / Cuartoscuro
Los migrantes indocumentados son el objetivo del presidente Donald Trump.
A tan solo una semana del inicio de su gobierno, Donald Trump ha endurecido las medidas contra los migrantes en Estados Unidos y ha cumplido su promesa de realizar deportaciones masivas por el “peligro” que representan para la nación.
Esto ha impactado especialmente a México, cuya alta actividad migratoria al norte aporta de manera importante a la economía nacional a través de las remesas.
De acuerdo con datos estimados del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus sigla en inglés) recuperados por El País México, al menos el 40% de los migrantes indocumentados que residen en Estados Unidos son mexicanos.
Según estas cifras, Texas es el estado de EUA con mayor número de indocumentados, quienes representan el 6.8% de la población total de la demarcación. Le sigue California, en donde son aproximadamente el 6.6%.
Los mexicanos no regularizados también tienen alta presencia en Nevada, Nueva Jersey y Florida, donde se estima que representan el 6, 5.3 y 5.1% de la población total estatal.
Vermont, Maine, Montana y Virginia Occidental, son los estados en donde menos se registra presencia de migrantes irregulares originarios de México, con 0.8, 0.4, 0.4 y 0.3, respectivamente.
Durante el segundo mandato de Bill Clinton se mostró un repunte en los casos de migrantes indocumentados en Estados Unidos, de acuerdo con el DHS. En siete años pasaron de ser 8.5 millones de personas en el año 2000 a 11.8 millones en el 2007, una diferencia de 3.3 millones.
De 2018 a 2019, en los gobiernos de George W. Bush, Barack Obama y el primer periodo de Donald Trump, el número se mantuvo entre 10.8 y 12 millones. Sin embargo, durante el último año de Trump disminuyó a 10.5 y volvió aumentar en el primero de Obama a 11 millones.