
Foto: Research Land.
Revisamos la situación de las personas que requieren un trasplante en México y la percepción sobre la donación de órganos.
Cada 6 de junio se conmemora el Día mundial de los pacientes trasplantados. Para algunas personas, afortunadamente, la experiencia de requerir un transplante no es cercana. Sin embargo, en el mundo y en México millones de personas están esperando recibir un órgano para mejorar su calidad de vida o, en los casos más extremos, su vida depende de un transplante. Por eso, en esta ocasión revisamos la situación de las personas que requieren un trasplante en México y presentamos la percepción de las personas sobre la donación de órganos en nuestro país.
Empezamos con el panorama general de los trasplantes de órganos en México, que nos muestra una situación crítica. Diariamente, aproximadamente 20 personas fallecen mientras esperan un trasplante y cada tres minutos una nueva persona se suma a la lista de espera.
Según datos del registro nacional de trasplantes, a finales de abril de 2025, más de 19 mil 289 mexicanos esperaban un órgano que podría salvar o mejorar sus vidas. En comparación, a nivel mundial 10 personas fallecen en espera de un trasplante y cada 8 minutos se suma una persona a la lista de espera.
Con estos datos de contexto, le preguntamos a las personas en redes sociales cuáles creen que son los órganos más demandados. Seis de cada 10 respondieron que los riñones, dos de cada 10 mencionaron el corazón y una de cada 10 mencionó las córneas.
Estas respuestas coinciden mayormente con los datos oficiales: 84.4 % de los receptores en espera necesita un riñón, seguido por 14.2 % que espera una córnea, mientras que 1.4 % espera otro tipo de órgano.
Para que los trasplantes sean posibles tenemos que empezar por la cultura de la donación. Le preguntamos a las personas sobre su disposición a donar y encontramos que la mitad dijeron estar totalmente de acuerdo. Sin embargo, un tercio reconoció que no están de acuerdo con la donación de órganos y la quinta parte, principalmente personas de entre 18 y 25 años respondieron que depende de la situación. También les pedimos que nos dijeran si este tema se ha tratado en sus hogares.
Casi 60% señaló que nunca han hablado del tema. Casi 30% señaló que sí ha hablado del tema algunas veces y 16% dijo que el tema se ha conversado sólo una o dos veces.
Además de la voluntad de donar, es necesario tener conocimiento sobre el proceso de donación.
Cuando le preguntamos a a las personas si saben en qué consiste el procedimiento, 48% dijo no saber, 32% respondió que sí y 20% reconoció que le falta información. Entre las personas que señalaron tener conocimiento del proceso, la mayoría son personas de entre 46 y 55 años; quienes no conocen el proceso son principalmente personas de entre 26 y 35 años.
Como mencionamos al principio, la experiencia de requerir un trasplante puede no ser cercana para algunas personas, pero muchos de nuestros encuestados conocen a alguien que ha requerido un trasplante (66%); 25% dijeron que sí conocen a alguien en esa situación y que conseguir el órgano fue difícil; sólo 9% respondieron que conocen a alguien que requería un trasplante y lo consiguió sin tantos problemas.
Para identificar el estado de la cultura de la donación en México, le pedimos a las personas que nos dijeran si conocen a alguien que vaya a donar sus órganos: 50% respondieron que no, 32% señalaron que más o menos conocen personas que vayan a donar sus órganos y 18% respondió que la mayoría de las personas que conocen han expresado que van a donar sus órganos.
Como cada fecha conmemorativa, creemos que este Día Mundial de los Pacientes Trasplantados es una oportunidad para recordar que detrás de cada cifra hay una historia. Los datos que revisamos al principio de este análisis nos muestran que a pesar de que miles de personas en México esperan un órgano que podría cambiar sus vidas, y aunque cada vez más se habla de la importancia de donar, todavía queda camino por recorrer.
Fomentar una cultura de donación implica más que campañas:
Requiere diálogo, educación y empatía. Cada uno de nosotros puede ser parte del cambio: donar órganos no es solo un acto de generosidad, es la posibilidad real de transformar vidas.